lunes, 27 de junio de 2016

Chocolaterías: chorizo a la cazuela

¡Hola, Choco-lectores! Hoy os traigo un chocolaterías salado, y sin chocolate. A loco. Pero es uno de mis platos favoritos, en casa lo llamamos "Chorizo a la cazuela". Tiene la magia de los 3 ingredientes, así que por eso os lo traigo ;) Además, yo siempre digo que quita las penas, ¡así que vamos allá!

Yo después de comer este plato


                                                                   

                                                                       Ingredientes

            -Mantequilla
            -Dos huevos
            -Chorizo

                     Necesitas

           Cazuela de barro








1. Unta la mantequilla (o margarina) en la cazuela para que no se pegue la comida.

2. Añade los dos huevos y rómpelos por la yema para que no exploten en el microondas.

3. Pon tantos trozos de chorizo como quieras. (Yo normalmente pongo 5 o 6).

4. Mételo en el microondas durante unos 2/3 minutos o hasta que veas que el huevo no está crudo.

*Consejo: esta receta tiene las medidas de una cazuela pequeña (para una persona), si lo vais a hacer con otro tamaño no abuséis con los huevos ya que tardan en hacerse y se puede resecar por una parte y estar crudo por otra. No es aconsejable comerlo de noche, es una verdadera bomba.

PD: si hacéis alguna de las recetas de la sección de Chocolaterías podéis subirla a Twitter con #MisChocolaterías y podréis salir en próximas entradas ;)





¿Y a vosotros, choco-lectores? ¿Qué os parece esta receta?

lunes, 20 de junio de 2016

Lista de sueños

Hace muchos años alguien me preguntó que qué quería hacer con mi vida, y yo le relaté mi lista de sueños. La cual os comparto aunque haya "evolucionado", como a mi me gusta decir. Esta lista iba encabezada con un <<cuando sea mayor>>  cosa que aunque mentalmente no mucho, ya soy. 


  • Cuando sea mayor buscaré un buen trabajo para poderle dar un poco de dinero cada mes a mis padres: este era mi primer deseo de vida o como lo queráis llamar y creo que lo sigo manteniendo. Han dado muchísimo por mi e intentado que, cuando la crisis les afectó de lleno, yo no la notara tanto. Se merecen un descanso ambos y lo intentaré cumplir.
  • Cuando tenga dinero donaré a ongs y ayudaré más: siempre pensé que para ayudar había que ser rico, luego me fijé que los que más tienen suelen ser los que menos ayudan y que no es necesario el dinero. También descubrí que hay muchas formas de ayudar (os pongo un vídeo que me marcó mucho en esto) ya sea a gran o pequeña escala y que yo sola no voy a hacer que cambie el mundo. Se puede ayudar con dinero, con comida, con tiempo, con palabras, hasta con una sonrisa o haciendo reír... (os dejo aquí un hilo que escribí sobre esto en Twitter). 
  • Cuando sea mayor seré escritora: desde muy pequeña escribía en libretas pequeñas historias que se me ocurrían antes de irme a dormir. Pero tuve dos rachas de dejar de escribir por completo, y ahora estoy intentando salir de la última. Tuve una conversación en la que me dijeron que si me gustaba escribir y yo contesté que sí pero que a mediados de la ESO dejé de hacerlo, que no me veía con el talento y la imaginación suficiente y cada vez que empezaba un libro lo abandonaba, solo era capaz de hacer relatos cortos o cuentos infantiles. Me contestó que si me hacía feliz escribir lo siguiera haciendo, aunque mis historias no se publicaran y que de igual forma solo mejoraría escribiendo. Le hice caso pero al crear el blog lo volví a dejar y, a pesar de que tenía planeado subir mis relatos aquí, sigo sin ser capaz. 
  • Cuando sea mayor seré psicóloga para ayudar a los enfermos mentales: y al final por un impulso tonto que tuve en el último momento me matriculé en Educación Social jajajaja pero sigo con la idea en mente cuando acabe mis estudios en esta (que me está encantando aunque no fueran mis planes iniciales). Un día me topé con un libro llamado Bipolar: historias de un estado de ánimo y me fascinó muchísimo e hizo que quisiera ser psicóloga. Luego descubrí que Demi Lovato también la padece y en vez de quitarme ese sueño me lo aumentó más. Sin embargo, este deseo se ha ido especializando mientras crecía (y no me voy a engañar, es un poco utópico)
-Que deje de ser tabú hablar sobre enfermedades mentales o sobre ir a terapia y que reciban un trato igualitario con respecto a las enfermedades físicas.
-Que la salud mental esté mejor incluida y cubierta por la sanidad pública y se enfatice en la prevención y descubrimiento de ellas. 

Con respecto a la primera, me alegra ver que poco a poco se va hablando de esto sin miedo y se va dando la misma importancia a las enfermedades mentales que a las físicas. Buzzfeed habló de esto y os lo dejo aquí. La segunda es a la que me refiero como utópica ya que la sanidad no hace la misma cobertura para estos dos tipos de enfermedad. Se recomienda ir al médico de cabecera regularmente, hay edades marcadas para vacunarse. ¿Por qué no hacer lo mismo con la salud mental? Son enfermedades para las que no hay cura (la mayoría). ¿Cuántas personas padecen hipomanía o esquizofrenia y ni lo saben? ¿Cuántas sufren de depresión y no lo cuentan, no toman medicación y llega a ser demasiado tarde? Esta dudo demasiado que yo consiga llevarla a cabo mientras viva, pero espero que algún día llegue a ser posible. 

Y uno de mis sueños imposibles como yo lo llamo: algún día me gustaría estar en la Happiness conference, si no es hablando, escuchando. 

Empecé esta entrada pensando en lo mucho que había cambiado lo que quería hacer con mi vida de niña y lo que quiero hacer ahora, pero en esencia sigue siendo lo mismo...




¿Y vosotros Choco-lectores? ¿Cuáles eran vuestros sueños? ¿Se siguen manteniendo?

lunes, 13 de junio de 2016

Reseña: Resucitada



"La justicia no es algo que siquiera exista en el mundo en el que yo vivo."
Las piezas de la vida de Roya ya no encajan. Nada tiene sentido. A Joseph se lo podría culpar de la caída de la sociedad Lucidita. Zhuang está de vuelta y con más poder que nunca. Chase, un hermoso psicópata, exige su amor y compromiso. Y el Instituto es un hervidero de mentiras, traiciones y conflictos. Roya sabe que necesita concentrarse y reconectar con Joseph si quiere sobrevivir, pero ¿cómo puede encontrar la claridad cuando todo comienza a salir a la luz?
El capítulo final en la saga Los Luciditas se instalará en los huesos del lector. Todos los secretos serán revelados. Todos los villanos serán confrontados. Y los mayores obstáculos serán los del corazón. Resucitada da lo que la audiencia desea del último tomo en una saga vertiginosa y apasionante.



Título: Resucitada                                Autora: Sarah Noffke
Libro: trilogía                                      Editorial: Babelcube
Los luciditas                                         Edición: tapa blanda
1. Despertada                                      1ª Publicación: 2014
2. Atónita                                            Páginas: 339
3. Resucitada              











¡Hola, Choco-lectores! Os traigo el fin de esta trilogía y no estoy bien emocionalmente. No estoy preparada para decirle adiós a Aiden. Si no habéis leído el primero ni el segundo parad ahora. Leerlos y luego volvéis. 

No es un secreto que Aiden es mío y que esta trilogía me ha obsesionado y siento que los personajes son como de mi familia, les he cogido mucho cariño. En esta historia todo gira alrededor de los secretos descubiertos al final de Atónita. Joseph se sume en la culpa de lo que ha hecho y se refugia en Roya, los dos hermanos se unen más ante esto e intentan aunque Roya no mucho conocer mejor a su recién descubierto verdadero padre. Además de lo que supone el saber esto para el resto de los Luciditas...

El triángulo amoroso se intensifica por esta revelación que hace aún más imposible y prohibido el amor entre Roya y Aiden. Refugiándose la protagonista en el otro candidato, George. si supierais lo que he sufrido y gritado con esas partes...

Además, a Roya se le suman todos los enemigos que ha ido ganando durante las anteriores novelas, y, aunque ahora tiene a Chase obsesionado con ella persiguiéndola en sus sueños (literal, ya sabéis), y a Alouette tan llena de rabia como acostumbra, Zhuang sigue sin parecerme un buen villano, siempre ha sido más débil que los anteriores a pesar de su prepotencia y de que su aparición suponga un gran evento y terror.

A todo esto, Roya se encierra en sí misma como acostumbra, reaccionando de forma rebelde y según le diga su instinto sin contar con nadie. (no os pongo ni gifs, ya tenéis su descripción gifera en la reseña de Despertada.). Me ha exasperado mucho más de lo habitual por muchas decisiones que toma y cosas que hace de forma egoísta como excusa por autocompadecerse. 

A pesar de que todo parece ya desentramado y simplemente queda batir a los rivales, todavía hay sorpresas y secretos guardados en este último libro de la trilogía. Sin decir mucho más, Joseph gana más protagonismo y me alegró enormemente. 

Para cerrar la historia, la escritora me dio el mejor final, el que personalmente soñaba y es por eso que en Goodreads tiene 5 estrellas, pero aquí en frío y con todo el tiempo que he tenido para reflexionar he decidido bajarle la nota, el final no arregla los fallos de Resucitada. 

Este fin de trilogía repite el mismo esquema de los dos anteriores, una y otra vez. Zhuang aparece como el peor y el destructor del mundo y, aunque sí causa un gran caos (que no se cuenta porque Roya no está presente para verlo) hay cosas sin sentido. SPOILER ya que se cuenta que todos los de la sala están muertos y mágicamente se salvan los principales personajes secundarios y ni si quiera se cuenta cómo consiguieron salvarse, además de que mueren otros a los que, al parecer les fue imposible huir para añadir más drama a la historia FIN Hay personajes que pierden protagonismo, hasta casi desaparecer, como el caso de Samara que desde un principio se presentó como la amiga de Roya pero a cada libro que se avanza menos complicidad y unión hay entre ellas sin que haya habido conflicto alguno. Sin duda, el segundo libro es el mejor en cuanto a acción, sorpresas y sentido del humor. 

Y, a pesar de que el final me ha encantado y nublado por completo, esta es la puntuación que, en mi opinión verdaderamente merece. Eso sí, engancha, te encariñas y ha sido la reseña que más me ha costado escribir, porque no quería abandonar esta historia. Esta trilogía está en mi corazón y me ha dado a Aiden jajajaja.







¿Y vosotros, Choco-lectores? ¿Qué os pareció esta novela? Si no la habéis leído, ¿Le daréis una oportunidad?

lunes, 6 de junio de 2016

The versatile blogger award

¡Hola, Choco-lectores! Ya terminé los exámenes y como os prometí...





Quería volver con algo fresquito para el verano, es broma así que os traigo un premio al que me nominó Leila, que es una escritora y os dejo su blog aquí. En este caso es el Versatile award, es la primera vez que me nominan así que me hizo ilu :3 

 Yo celebrando la nominación

NORMAS

  • Seguir y nombrar al blog que te nominó
  • Contar siete cosas sobre ti
  • Nominar a blogs con pocos seguidores (o no)
  • Dejar en su blog un comentario de que los nominaste (yo aviso por twitter porque YOLO)

Sabéis de sobra que eso de hablar sobre mi misma seriamente no es lo mio así que os voy a contar cosas absurdas y vergonzosas que se salgan un poco de lo típico que todo el mundo cuenta. Además es importante reírse de uno mismo y si os hace gracia a vosotros mejor, que hace tiempo que no aparezco para achocolataros los lunes y  transmitiros locura. ;)

1. Cuando era pequeña había un anuncio llamado "pezqueñines no, gracias" y me marcó demasiado. No era capaz de comer ningún pez que fuera más pequeño que mi puño o que pudiera coger con una sola mano. Para mi eran pezqueñines. Y a día de hoy sigo sin ser capaz de comer boquerones, sardinas y demás peces de ese tamaño.

2. De chica se me metió una canción en la cabeza y casi siempre la estaba cantando, era la de "No me llames Dolores, llámame Lola". Un día mis padres me oyeron cantando la única parte que me sabía, se rieron y me pidieron que no la volviera a cantar. Era la parte de no me llames Dolores, llámame Lola. La que siempre va sola por Barcelona buscando follón. Pero yo creía que la canción decía otra cosa, yo creía que decía buscando un pollón y me imaginaba que en Barcelona era difícil encontrar un asador de pollos en el que los vendieran grandes y por eso no entendía por qué no me dejaban cantarla, ahora sí.

3. Mi padre cuando era pequeño tenía el típico peinado tazón con flequillo recto que se llevaba en su época, yo de niña igual pero un poco más largo. Las señoras mayores cuando nos veían por la calle siempre me intentaban extirpar los mofletes (lo usual en ellas) y preguntaban con un tono que yo no entendía que si de verdad ese era mi padre, yo decía que sí. Un día estábamos los dos esperando en la puerta de una carnicería a mi madre que estaba comprando dentro. Como estaba llenísima la carnicería una mujer que llegó se quedo en la puerta esperando su turno. De repente me pregunta: "¿este es tu padre?" y yo no sé qué me dio, supongo que estaba harta de las señoras que siempre lo preguntaban porque contesté muy seco: "pues no lo sé ya". La mujer desvió la mirada y a mi padre le entró una risa nerviosa, me abrazó y dijo que dije eso porque me lo preguntaban mucho. Años después en el coche de mi abuelo vi una foto de mi padre en la guantera y creía que era mía, pero mi abuelo me dijo que no, que era mi padre. Éramos igualitos. Ese día se me abrió el mundo y entendí muchas cosas.

4. Mi madre me compró un pato como mascota llamado Lucas que vivía en mi patio (concretamente en la zona de la lavadora) yo no lo recuerdo bien pero sé que le daba mis potitos y las papillas o purés que no me gustaban. El pato se pasaba la vida vomitando por mi culpa. Al parecer mi madre se hartó y no sé si lo vendió o lo mató. A mi me dijeron que se fue a la feria. Cada vez que iba a una feria lo buscaba para ver si lo estaba pasando bien. Pero no lo volví a ver y por casa no apareció más. Hasta luego, Lucas...

5. Un día (en todas las historias era una niña) estábamos de cena familiar con mis primos y tíos de Madrid en un bar y mi padre se levantó a pedir. No sé qué me pasó, supongo que me puse celosa porque mi prima es muy cariñosa con mi tío, porque me levanté y fui a la barra a abrazar a mi padre por detrás. Pero no era mi padre, era un hombre que se dio la vuelta y me puso morritos. A mi aún me dura el trauma y mi familia se estuvo riendo hasta que volvieron a Madrid. 

6. Hace muchísimo una amiga me contó que en los baños de la piscina una niña puso el cerrojo y luego no pudo abrir y murió allí. Yo sabía que era mentira pero aún así le cogí pánico a cerrar con cerrojo, e incluso a cerrar la puerta si no parece muy fiable el pomo, gané un poco de claustrofobia de la que todavía no he conseguido librarme. Cada vez que entro al baño de un bar dejo entreabierta la puerta y estoy al pendiente de sujetarla si alguien intenta entrar (porque odio ir al baño acompañada, tengo que ir sola siempre). El problema viene cuando el baño es muy grande y el wc está lejos de la puerta y no la puedo sujetar. Se han creado conversaciones muy graciosas y he visto a muchas mujeres gritar "perdón" y cerrar corriendo la puerta rojas como un tomate. Y claro, como a mi me da miedo la puerta cerrada me cortan el rollo y salgo pitando también. Les digo que no pasa nada, les sonrío y agradezco el no quedarme encerrada.

7. Creo que mis mocos adoro hablar de mocos son más verdes en mi pueblo que en la ciudad. En mi casa respiran un aire más puro. 




Y después de esto voy a nominar solo a tres personas porque me da la gana. Tres bloggeros que mantienen una relación de poliamor preciosa y que deberíais seguir tanto en sus blogs como en Twitter:




¿Y vosotros, Choco-lectores? ¿Me compartís alguna historia vuestra? ;)